lunes, 8 de julio de 2013

Fanfic de Bella y Edward: "Más allá de la venganza" (Capitulo 4)

Después de decir a todos quien era ella, no podía parar de sonreír eso quería, que todos la miraban disfrutaba mucho ser la atención de la gente y porque no de esos hombres que en su adolescencia la habían tratado como la chica más fea del universo pero que en este preciso momento estaba babeando como unos tontos, nadie podía decir nada en eso Rosalie se acercó a ella sin quitar su mirada de esa mujer que en un tiempo atrás había sido su víctima de tantas cosas la miro con una leve mueca.

--Bella, creo que has cambiado mucho, y quiero darte mis más sentidas disculpas por todo—al escuchar eso, bella solo se quedó viéndola con una sonrisa que era más farsa que nada, no con un simple perdón se iba acabar todo ella, era una de las que iban a pagar muy caro todo pero, lento como le gustaba que fuera lento con tranquilidad para poder disfrutar lentamente la caída de todos sus enemigos se acercó a ella poniendo sus manos en el hombro de ella con una sonrisa.

--Esta todo perdonado, yo no odio a nadie y vengo aquí para hacer una gran amistad—dijo viendo a todo mundo, en especial a ese grupo que la miraban con miedo se quería reír pero solo se acercó a cada uno de ellos, empezando con Emmett Cullen lo saludo como si fueran grandes amigos, el seria su primera víctima, ahora era un gran empresario tenía 3 centros de gimnasio que era muy famosos, alado de ella se encontraba su esposa, Rosalie Hale De Cullen una gran modelo que era muy conocida y reconocida por una de las mujeres más bellas, eso podía acabar muy poco, y que decir de la pareja inseparable que estaban alado Jasper Hale un gran abogado reconoció por todos por ser un hombre serio, que nunca perdía ningún caso, que estaba soñando ser próximo juez y que decir de su alocada esposa, la querida Alice Cullen De Hale, dueña de las mejores tiendas de ropa y diseñadora más que reconocida su vida giraba en sus diseños y su esposa, al mirar al que estaba alado de Alice su mirada se hizo mucho más grande su última víctima, la que ella iba a gozar lentamente destruyéndolo como el hizo con ella, Edward Cullen, un gran doctor el mejor de forks, el hombre más guapo y más perseguido por todas las mujeres y no podía negar que los años lo había puesto mucho más atractivo se acercó más a él, viéndolo a los ojos.

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-Hola Edward; tu no piensas saludarme- dijo ella, acercándose hasta el mucho más, poniendo cerca sus labios de los labios de ella, dejando un corto beso muy cerca de sus labios, Edward se quedó viéndo luego a los labios de ella.

-Bella, eres tu- es lo último que dijo, ella solo acaricio la mejilla de el, volteándose a todos sus invitados con una sonrisa de triunfadora porque ver a Edward así le gustaba y eso era el comienzo de su martirio.

-Bueno, disfruten la fiesta que es para ustedes- dijo escuchando la música de fondo, como muchos meseros iban llegando poniendo la comida en cada mesa como las botellas de vino, Bella, camino lentamente por cada mesa saludando a cada uno, pero podía sentir la mirada de Edward junto a ella era algo que le gustaba mucho,me lo miro de reojo y le sonrió descaradamente haciendo que la mirada de ella y él no se quitaran en ningún momento, camino ella rumbo a la entrada de su casa sabiendo que el la seguía, camino hasta su despacho pero sin cerrar la puerta al escuchar como cerraban la puerta volteo viéndolo con una sonrisa..

-Creo que, me ha seguido Edward eso es para asustarme o alagarme- dijo en tono, seductor viendo como el la miraba y pasaba su mano por su pelo corto, ese pelo que había sido el sueño de su adolescencia pero también de su perdición, él se acercó un poco a ella.

-Necesito hablar contigo, necesito hablar de lo que paso en la secundaria quiero pedirte perdón- Al escuchar esas palabras ella lo miro detenidamente, es que hoy todo mundo iba a usar esa tonta palabra, ella no podía perdonar los golpes, las humillaciones y mucho menos a él, al hombre que se burló de ella por una tonta apuesta que jugo con sus sentimiento y la humillo el día de su graduación, acordarse de ese maldito día hizo que respiraba tranquilamente viéndolo a los ojos, sintiendo como los recuerdos la envidian.

--10 años antes—
Bella estaba tan emocionado, no podía creer que después de todo, le estuviera pasando eso hace días, Edward se había portado muy lindo con ella, mandándole cartas diciendo que la quería y que sería su pareja en su graduación, eso la hizo tan feliz y perdono todo los insultos y acepto ir a esa fiesta solo con esta con su príncipe, porque eso era Edward para ella su príncipe, que la rescato de tanto sufrimiento, después de estar más que lista escucho el carro de él, se asomó y ahí estaba conduciendo su volvo tan hermoso como siempre salió corriendo de su casa, era una gran mansión al salir Edward la esperaba, se veía tan hermoso con ese traje color negro él lo abrazo y dejo un beso en su mejilla.

-Estas más que hermosa- le dijo el, sin quitar su mirada a la de ella, con esas simples palabras ella hizo que empezara a volar de felicidad, le parecía hermosa, después de llegar a la graduación todo mundo se le quedo viendo, murmurando que hace Edward el chico más guapo con esa tonta, pero ella no le importaba nada solo que estaba con él, agarrando su mano disfrutando su graduación, pero todo cuento de hada tiene un final, al estar en su baile las luces se apagaron proyectando un video para que todos la viera, en eso sintió como Edward la miraba de reojo, y ahí estaba el, con sus hermanos diciendo que saldría con la tonta de Swan por 2 semanas y la llevaría la graduación y seria de ella, por una noche y ellos la pagarían una cantidad de dinero ya no siguió escuchando más, cuando escucho las risas de todo el mundo, miro a Edward que la miraba sin decir nada solo salió corriendo no quería nada, no supo cuánto tiempo corrió hasta llegar a su casa llorando como una tonta, el solo había salido con ella por una tonta apuesta no la quería y nunca la iba a querer.
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-Bella, necesito que me escuches, debes saber algo que paso- al escuchar su voz, hizo que volviera a la realidad y lo vio con una sonrisa de feliz, poniendo su dedo en los labios de Edward y negó- No digas nada, lo que paso no tengo nada que perdonarte; todo lo que pase lo olvide soy otra Edward, alguien mejor –le dijo, acercándose un poco a él, a estar solo centímetros de ella, poniendo sus dos manos en los hombros de él viéndolo, él iba a pagar muy caro, sería el que más sufriría su venganza por enamorarla, engañarla, utilizarla; por eso con el su venganza será lenta, muy lenta el vera a su familia caer en pedazos.

Autor: Maria Molar

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