Sus abdominales casi han sido motivo de estudio en clubes de fans alrededor del mundo. Sus facciones, reveladoras de sus raíces indígenas y europeas, han cautivado a más de una. Su salario multimillonario, ubicado entre los 10 más abultados de Hollywood según Vanity Fair, ha despertado el interés de numerosas socialitès y demás integrantes de la “realeza” norteamericana.
Quien no conoce a este mozo de 19 años, debería irse poniendo al corriente pues es probable que haya Taylor Lutner para rato, por más que Crepúsculo, la serie de largometrajes que lo lanzó a la fama, concluya en 2012 (aún “en veremos”).
Tampoco hay que equivocarse, pues si bien resultó inesperadamente aplaudido por su rol comoJacob Black en las cintas basadas en los libros de Stephenie Meyer, Lautner inauguró su carrera antes de convertirse en un licántropo roba-corazones. Su faz se empezó a notar con fuerza hace ya seis años, cuando fue el niño tiburón que escogió Robert Rodríguez para Las aventuras de Sharkboy y Lavagirl y cuando trabajó junto a Steve Martin en Más barato por docena.
Ficción sobre y anti natural
Al crecer, llegaron algunos doblajes para dibujos animados y, finalmente, el gran éxito en 2008 que lo condujo a tener su “Equipo Jacob” de seguidores, en oposición al de Edward Cullen(Robert Pattinson), su antagonista en la leyenda de vampiros. Desde entonces, no ha parado. EnDía de los enamorados (2010) se codeó, nada más y nada menos, que con Julia Roberts, Ashton Kutcher, Patrick Dempsey, Taylor Swift y otras estrellas. Ahora, en Sin Escape (Abduction, en inglés), comparte cartel con Sigourney Weaver, Jason Isaacs, Alfred Molina y Lily Collins (sí, la hija de Phil).
La diferencia es que, en esta ocasión, es él quien lidera el filme dirigido por John Singleton y le toca encarnar a Nathan Harper, un joven que descubre una foto suya de bebé en un sitio Web de ciudadanos desaparecidos, advierte que ni él ni su familia son lo que siempre ha pensado e inicia un violento proceso de recuperación de su identidad.
En el camino, se topa con matones de oficio, una cómplice hermosa, entrenadores insospechados y otra gama de portentos que lo secundan en este intento por trasladar el género de acción a las audiencias teen.
- Efectuaste tus propias acrobacias en las peleas y persecuciones. ¿Te morías por hacerlas? Porque tengo entendido que en Twilight nunca pudiste, puesto que las hacía el lobo generado por computadoras…
- ¡Sí! En parte por eso quería estar en esta película. Me gustan la acción y esa clase de trucos pero, tienes razón, en la franquicia casi nunca pude hacerlos porque justo en los momentos en los que iba a suceder algo, me transformaban. Aquí todo es real, pude hacer la mayoría de las cosas y ¡fue muy divertido!
- Practicaste karate por siete años y fuiste campeón mundial júnior. ¿Usaste esa pericia a la hora de rodar las secuencias de combates?
- Definitivamente me ayudaron para hacer las tomas donde debía atacar y defenderme y eso fue muy gratificante para mí. Sin embargo, lo que más me entusiasmó fue que tuve la oportunidad de adentrarme en otras disciplinas que nunca había probado como boxeo, lucha y competencias de motocicletas; tuve que prepararme un tiempo antes de que arrancara la producción.
- ¿Pasaste algún susto? Porque hasta te amarraron en el techo de una camioneta que iba a 103 Km/h…
-¡No!, para nada, sólo estaba emocionado (sonríe).
- En el trailer sales empuñando una pistola y en “situaciones comprometedoras” con Lily. ¿Te preocupa el ejemplo que les das a tus hinchas más pequeños?
- Yo estoy interpretando a un ser ajeno a mí e introduciéndome en su historia. El único instante en el que sostengo un revólver es cuando lo consigo en la caja de seguridad de mi padre; a Nathan le aterran las armas, las odia y en el grueso de la pieza no uso ninguna. Por otro lado, sí, hay romance y una que otra escena caliente entre él y Karen, no obstante, estoy impaciente porque el público vaya a verla.
Vale por dos
Así como marca esa distancia entre quién es él, como individuo, y quiénes son esos terceros en cuya piel le toca meterse por amor al -séptimo- arte, Taylor Lautner ha asumido figuras duales ante las cámaras. Sea por su estampa hercúlea y su rostro inmaduro o por su corta edad y su carácter impasible, el actor ha sabido cómo explotar esa bipolaridad.
Jacob es dulce, culto y amigable en su faceta humana pero se vuelve salvaje cuando le salen cuatro patas; Nathan lleva una vida que no es la suya y es empujado a encontrarse a sí mismo. “Esa similitud entre estos dos tipos me atrajo a este relato, dado que me fascinan los personajes que comienzan siendo de una modo y se tornan en alguien distinto hacia el cierre de la obra”, dice el protagonista.
- Tienes cuatro largometrajes encima como el hombre-lobo. Aparte de ese talante dividido, ¿sueles trasladar otros aspectos de JB a tus nuevas representaciones?
- No, tratas de separar los sujetos porque son únicos y habitan en universos diferentes. Estos dos tienen parecidos que no están puestos a propósito. Lo principal es que ambos tienen metas y harían hasta lo imposible por alcanzarlas; son muy persistentes.
- ¿Tu look fue clave para que te invitaran a encabezar este reparto?
- Ehhh, no porque la trama central está relacionada con la senda que le toca recorrer a este muchacho promedio, cuya existencia “normal” se vuelve un caos y él se ve obligado a madurar y a tomar decisiones difíciles. Incluso yo me podría vincular con sus primeras etapas.
- Has participado en cintas bastante oscuras. Ésta también lo es porque aborda el tema del robo de identidad a un menor. ¿Eso no te afecta en lo emocional?
- Cuando estoy grabando sí porque trato de ponerme, lo más que puedo, en los zapatos de esta gente y entender las emociones con las que tienen que lidiar y ¡es rudo! Yo tuve que detenerme a reflexionar qué ocurriría si yo me enterara que mi vida es una mentira: ¿A dónde iría? ¿Dónde indagaría las respuestas? ¿En quién podría confiar? Es muy difícil, ni siquiera sé cómo contestar esas preguntas y eso es exactamente lo que siente Nathan.
Sin copias
- Leí que el director te sugirió que revisaras la carrera de Tom Cruise para que te inspiraras en ella. ¿Lo hiciste?
- Eh, bueno, volví a ver algunos materiales de colegas a los que idolatro, como Cruise, Matt Damon y Harrison Ford, para entrar en sintonía antes del rodaje. En particular me centré enMinority report, El Fugitivo y la colección Bourne porque tienen atmósferas cercanas, ese asunto del hombre huyendo en busca de la verdad y aquí hay elementos de eso.
- Entre esos ilustres, ¿alguno es tu modelo a seguir?
- Aunque he observado sus trayectorias y cómo, día a día, se retan a sí mismos con roles súper variados, yo no quiero ser como nadie, quiero crear algo original. Sin embargo, considero genial cómo Cruise evolucionó de Negocios riesgosos a Top Gun o a Jerry McGuire, él siempre está haciendo algo nuevo y yo respeto eso. Como ellos, yo no me quiero encasillar como un “actor de acción” pues amo hacer comedias y meterme en otras áreas, de hecho, lo que me gusta de Sin Escape es que tiene de todo un poco; yo lo llamo un drama-comedia-acción-thriller-romántico (risas).
- Donde además te ligas con otros gigantes de la industria como Weaver, Isaacs o Molina. ¿Recibiste guías o consejos de ellos?
- Para mí, la mejor manera de aprender de ellos fue mirándolos en el set no tanto como profesionales, sino como personas. Fui muy afortunado por estar rodeado de un equipo talentoso, esforzado y con toneladas de experiencia.
Taylor Lautner en tres tiempos
Lluvioso
Por su cara infantil, casi lo sacan en la segunda película de la saga Twilight
Nublado
Parece que se ha intercambiado las novias con Justin Bieber y los Jonas Brothers
Radiante
No llega a las dos décadas de edad y tiene un imperio construido alrededor de su figura
Muchisimas gracias a Veronica Desiree por enviarnos esta nota!! ^^
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